CAPÍTULO 12

Adrian Kael

Despierto con el sonido metálico de unos barrotes a lo lejos. Mi cuerpo pesado protesta por el descanso interrumpido; mi mente se despierta de golpe, recordando dónde estoy.

La celda sigue vacía, fría y silenciosa. Su ausencia trae un alivio precavido, pero no puedo bajar la guardia. T...

Inicia sesión y continúa leyendo