¡Más suyo que nunca!

Las cosas con Caroline parecían ir bien. Sin embargo, no podía explicarme cómo la convencí solo con mi mente de no atacarme. Y el problema con Bash que nunca terminaba. Lo extrañaba, pero no dejaría que ese sentimiento nublara mi pensamiento. Cometió un gran error y ahora tendría que pagar por ello....