¡No tomes prisioneros!

La historia de Lettice

Tuve dificultades para recuperarme de este golpe, pero desde el momento en que me levanté, supe quién me había hecho esto. Su olor lo delataba. ¡Gran error, Noah! Ahora estaba segura de que mi propio hijo también ayudó a estas malditas bestias a escapar de aquí. Teresa se hab...