Capítulo 11

Miré mi teléfono después de colgar y no pude evitar reírme mientras negaba con la cabeza. Hana era adorable de la mejor manera posible, y sexy de una forma que me hacía olvidar que no tenía ningún derecho a reclamarla, que nunca lo tendría. En el momento en que respondí la llamada, me alegré de est...

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