Veintinueve

La luz cegadora del sol naciente se asomaba por mi ventana. Él había sido tan abierto conmigo últimamente, que esperaba que incluso hoy bajara sus defensas. Me vestí con unos jeans oscuros y holgados y una camiseta sin mangas gris.

Cuando bajé a desayunar, Janice se estaba yendo, dijo que no estarí...

Inicia sesión y continúa leyendo