Capítulo 28. Borrando errores.

Samary.

Al parecer estaba tan concentras maldiciendo a ese cerdo, que ni me di ni cuenta que el ascensor se había detenido, y las puertas se habían abierto. De esa manera, el Demonio junto con varios de su grupo de seguridad, estaban delante del ascensor, la cara de mi prometido estaba esculpid...