Capítulo 41. Las primeras horas en la noche de una recién casada. Parte 2.

Samary.

Yo no llegaba al nivel de destruir, tan sólo con tentar a un espécimen masculino apodado el Demonio, era para mí como llegar a Marte, algo casi imposible de realizar.

El resto del trayecto lo hicimos en silencio, intentando no tocarnos, era como una tregua en una sangrienta guerra, cua...