Capítulo 47. Las primeras satisfacciones de venganza de una renacida. Parte 1.

Samary.

Cuando abrí los ojos, sentí que la luz entraba levemente por la ventana, al moverme un dolor en sitios de mi cuerpo que ni conocía me trajo a la memoria la noche que había pasado en brazos de Daimon. Definitivamente, Constantine Nikolaus, tenía algo de demonio en su sangre, porque lo q...