UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Armando

Ella estaba de espaldas, da media vuelta y me abraza tímidamente, sigo sin moverme, pero mi piel se eriza, ella me mira y yo evito el contacto con sus ojos, puede ser peligroso para mí.

— ¿Me odias?— Lloriquea.

—No podría. — Respondo, sin decirle que la amo y creo que nunca dejare de amar...

Inicia sesión y continúa leyendo