Capítulo 110

Cuando desperté, estaba en una cama de hospital, mi pierna ya vendada con una gruesa gasa.

Giré la cabeza y encontré la mirada sombría de Marco. Permanecía en silencio, incapaz de ocultar la ira en su rostro.

—Marco, yo...— intenté hablar, pero mi garganta estaba demasiado seca.

Marco se giró y m...

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