Capítulo treinta

—Alguien que me saque de estos grilletes inmediatamente —ordenó el hombre en cuanto reapareció en su escondite. Su voz había pasado de ser fina y temblorosa a una voz fuerte y autoritaria.

La líder se levantó con entusiasmo—. ¿Cómo fue la misión, Ken? —le preguntó.

—La misión fue un éxito, jefa. N...

Inicia sesión y continúa leyendo