Capítulo treinta y ocho

—¿Deberíamos notificarles que estamos aquí? Estar parados aquí se siente raro —dijo Alexia después de un momento de silencio.

—No, tengo algo mejor. Mira esto —respondió Hayden, sonriendo.

—Ace.

Ace saltó de Vanessa como si de repente lo hubiera quemado. Se puso de pie, dándoles la espalda.

—Sol...

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