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Salió de la cama y su madre entró en ese instante con varias sábanas dobladas.

—Buen día, hasta que por fin se levanta la dormilona. Debo ir a trabajar en un rato. ¿Vendrás conmigo? —le preguntó.

Se tomó la cabeza, le dolía un poco y le costó responder. ¿Qué hora era ya? Al voltear la cabeza, notó q...

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