Cincuenta y cinco

El gruñido retumbó a través del edificio en ruinas como un trueno, el suelo y las paredes parecían vibrar con la intensidad del mismo. Eva no necesitaba darse la vuelta para saber quién era el responsable del sonido. La forma en que las vibraciones recorrían su cuerpo, quemando su sangre, le decía q...

Inicia sesión y continúa leyendo