capitulo 23

Reece

Sonrío observando a mi mujer como disfruta de una deliciosa tina después de apoderarse de uno de los bares más importantes de Artem, es astuta la condenada, cada vez me sorprendía más y más y no quería aceptarlo, pero ella era más inteligente que yo, aunque no se lo dijera nunca, lo tomaría ...

Inicia sesión y continúa leyendo