Reclamado como suyo

¿Acaso se había vuelto loco? Es decir, ¿más loco aún?

—No puedo —protesté—. No de este modo. ¡Se va a dar cuenta!

—Contesta —repitió, dándome una nalgada fuerte—. O te ataré y te dejaré así todo el día con ganas de más.

Con las manos temblorosas, tomé el teléfono y contesté. Puse el altavoz como ...

Inicia sesión y continúa leyendo