En la cocina

Mi corazón se aceleró aún más. Me giré sobre la encimera, quedando boca abajo con mi trasero expuesto a él. Escuché el sonido de su cremallera bajando, seguido por el ruido húmedo del yogurt siendo esparcido.

—Frío, ¿verdad? —preguntó cuando sus dedos cubiertos de yogurt tocaron mi ano.

—Sí —jadeé...

Inicia sesión y continúa leyendo