Capítulo 7

Lloró amargamente coma hasta que se quedó dormida. Unos ruidos la despertaron, alguien abrió la puerta, había dejado una pequeña mesa con alimentos.

—¡Genial, parezco un perro encerrado! —protestó.

Pero tenía hambre, sus tripas resonaron y pronto se dio cuenta que no tenía sus pastillas junto a e...