Capítulo 37. Una cena peligrosa

Michael

—¡Pasen adelante por favor! —saluda mi padre con una sonrisa que amenaza con partir su cara en dos.

Rebeca está hecha un manojo de nervios y desconozco cómo aliviarlos ya que pensé en realidad que no sé amilanaría. Sin embargo, creo haberme equivocado porque está qué se desmaya.

—¡Padre, ...

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