Capitulo 39. Un soborno sin aceptar

Becca

—¡Rebeca! —lo escucho gritar mi nombre, tomo la bolsa el teléfono y las llaves a toda prisa ya que la fulana infusión hizo el efecto completo y voy retrasada —¿qué hacías arriba? ¡Dios! —refunfuña un Michael de muy mal humor.

—¡Buenos días Sr. Thompson, es agradable verlo de tan buen humor! —...

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