Capítulo 58

Me desperté, acalambrada, en lo que resultó ser el maletero de un coche. Incluso antes de que mis captores lo abrieran, podía oler pino, hierba y aire fresco del bosque. Los únicos bosques que conocía cerca de la ciudad estaban a unas horas al norte, en territorio de vampiros.

Mi cuerpo se tensó cu...

Inicia sesión y continúa leyendo