Capítulo 31. |Deseo carnal|

Mia Davis

Durante el resto de la velada, Redford no se despegó de mí para nada, si él se movía, tenía que hacerlo yo con él, hasta que se dio cuenta de mi cansancio y me había traído a su antigua habitación, revisó cada tanto los rasguños que había hecho Caroline en mi cuello y hombro. Me empecé a ...