Tres años

—Veintiuno. Esperaré hasta que ella tenga veintiún años. —Es instantáneo cómo mis pies se detienen bruscamente frente a una puerta entreabierta en el pasillo. Su voz sonora la escuché claramente junto con las palabras hirientes que acaba de pronunciar, que casi se sienten como una bofetada de realid...

Inicia sesión y continúa leyendo