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Damon estaba absolutamente furioso. Agarró a Kara por el brazo y la jaló consigo.

—No te voy a dejar ni un segundo más sola con este bastardo —gritó mientras la arrastraba.

Se detuvo cuando sintió un tirón y Kara no se movió. Girando la cabeza hacia ella, bufó.

—¿Qué estás haciendo?

Kara estaba ...