Solo un sueño

—Aquí está bien—dijo Adeline, cuando llegaron hasta su auto.

—No, te llevaré.

—No es necesario.

—Adeline…

—Por favor…

—Te estoy diciendo que te llevaré…—se rehusó.

De pronto, en medio de la agitación del momento, Anthony tomó su rostro entre sus manos y lo alzó para examinarlo.

—Estás llorand...