Situación inusual

—Estoy instalando un gimnasio en casa—fue su simple contestación.

—¿Un gimnasio?—enarcó una ceja.

—Sí, un gimnasio—repitió con menos ganas. Ya sabía lo que pretendía Humberto con aquel tono cargado de incredulidad.

—¿Para ti?

—Sí, para mí.

—¡Estás de joda, Adeline!—exclamó en medio de una carca...