DAREMOS BATALLA

Liz

— Claro, Liz. Te escucho— dijo con toda la intención de atender a mi pregunta.

— ¿Por qué estaban tan nerviosos cuando apareció aquel abogado?— pregunté curiosa.

Richard apoyó el codo en el descanso de la puerta del coche y revolvió un poco su cabello.

— Bueno, Liz, lo que pasa es que Wili...

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