SOMBRAS ROJIZAS

Liz

El fin de semana se me fue como agua entre los dedos. Tuve que hacer mis informes y otras tareas que me había encargado la Doctora Farías, mi jefa, para sus nuevas investigaciones. Era una persona bajita que apenas había logrado pasar el metro y medio de estatura; su cabello lo mantenía co...

Inicia sesión y continúa leyendo