15. BIENVENIDO A VIENA.

La puerta cedió ante el hombre que la atravesó, desmoronándose de sus oscuros goznes y cayendo en su firme agarre. Ocultó sus ojos detrás de unas gafas de sol oscuras antes de lanzar una mirada sospechosa por encima de sus hombros. El intercomunicador resonó en el pasillo antes de que continuara su ...

Inicia sesión y continúa leyendo