Capítulo setenta y cuatro

Ella estaba excitada. Lo deseaba tanto como él. Y eso era mucho.

Más que cualquier cosa que él hubiera deseado en su vida.

Se alejó de ella con una sonrisa burlona en el rostro. Luego dio un paso atrás, se quitó los zapatos y se despojó de la camisa.

Hipnotizada, ella simplemente lo miraba. Sus h...

Inicia sesión y continúa leyendo