Capítulo catorce

Después de soñar despierta por unos segundos, finalmente me uno a él, colocando mis manos alrededor de mi boca y aullando al aire tan fuerte como puedo.

Nuestras voces resuenan por lo que parecen millas y, eventualmente, en algún lugar, alguien aúlla de vuelta. Es débil, tan silencioso que el bosqu...