Capítulo 128

—¡Lárgate! —espetó Louisa ferozmente.

El hombre dio un salto, sorprendido por su arrebato.

—Está bien, está bien. ¿Por qué tan agresiva, señorita? —se alejó, murmurando entre dientes.

Ella volvió a su teléfono, buscando un servicio de transporte.

Cuando Julian pasó, la vio tambaleándose en el bo...

Inicia sesión y continúa leyendo