Capítulo 207

Estaba acostada en mi cama cuando sonó mi teléfono. El identificador de llamadas mostraba un número que no reconocía, pero había algo en él que me resultaba familiar.

—¿Hola? —respondí con cautela.

—Elle, querida. —La voz al otro lado era inconfundiblemente autoritaria, pero cálida. Era Elizabeth ...

Inicia sesión y continúa leyendo