Capítulo 38

Dominique.

Cerré la puerta de un portazo, tan fuerte que las bisagras temblaron. Siendo honesto, esperaba que la puerta se cayera, pero después de esperar unos momentos sin escuchar ni un crujido de las enormes puertas dobles, me relajé. Al menos no habría otra víctima que añadir a la lista de cosa...