Capítulo 52

Dominique.

Me ajusté la corbata mientras subía las pequeñas escaleras que llevaban a la sede de la empresa. Un hilo de siseos salía de mis labios con cada escalón que pisaba. Llegaba tarde y no necesitaba mirar mi reloj para confirmarlo.

Maldita resaca.

Uno pensaría que después de mi mala experie...