Capítulo 62

Florencia.

Miré las manecillas del reloj mientras avanzaban, su suave tic tac, tic tac llegaba a mis oídos. Era relajante, pero al mismo tiempo esos pequeños sonidos hacían que mi estómago se revolviera y no tenía idea de por qué. Con cada movimiento de las manecillas sentía que mi estómago se hund...