Epílogo

Tres meses...

Habían pasado tres meses desde aquel día terrible. Tres meses desde que había escuchado su voz. Tres meses desde que había visto esos remolinos de sus orbes verde esmeralda. Tres meses desde que ella le había regalado esa sonrisa que le detenía el corazón. Tres meses de tortura implac...

Inicia sesión y continúa leyendo