Capítulo 30

Finalmente había llegado el día de la boda y todos estaban más ocupados que nunca. Esmeralda se encontraba en el umbral de la puerta de vidrio que conectaba la cocina con su enorme patio trasero, que también era el jardín y el lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia.

Como se había mencionado an...

Inicia sesión y continúa leyendo