Capítulo 48

—¡Decídete de una maldita vez! ¿Te importa lo suficiente como para querer protegerme? ¿O me odias tanto como para torturarme? ¿¡Cuál de las dos es!?— Estaba harta de su actitud bipolar hacia mí; un momento caliente, al siguiente frío. No sabía qué era peor; la tortura física o esta mierda que seguía...

Inicia sesión y continúa leyendo