258. Nuestra razón para respirar.

... Un grito sale de mi garganta, tan fuerte que parece venir desde lo más profundo de mi alma. Mi rostro arde, rojo por el esfuerzo de gritar, por una fuerza que ni siquiera sabía que tenía dentro de mí.

—Vamos, Sra. Houghton, solo un empujón más. Ya casi está— Apenas puedo escuchar las palabras d...

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