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Cuando vi quién era, en ese momento sí deseé que la tierra me tragara. Ojos eufóricos tan negros como la noche me miraban, como si hubiera despertado a una bestia interior, sin tener la menor idea de por qué.

Sabía quién era. El hombre que recogió a Iah esa noche, quien me intrigó con su mirada de '...