33,2

Vi aparece en nuestra puerta, irrumpiendo en la casa sin decir una palabra y caminando directamente hacia la sala de estar como si fuera suya.

—Bonito lugar —comenta—. Muy adulto para ser de atletas.

—¿Viniste aquí para comentar sobre nuestra decoración interior o tienes noticias sobre Georgina? —...

Inicia sesión y continúa leyendo