Capítulo 45 Primer disparo

El amanecer en la villa Gabini no tenía nada de normalidad. Afuera, los jardines estaban bañados en una calma engañosa, como si el silencio no supiera que, tras las murallas, se tramaban guerras invisibles. Nora se despertó al sentir el roce de los labios de Alexander en su hombro.

—Hoy vienes conm...

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