Capítulo 11: ¡Cómo te atreves a desafiarme!

Observo desde la sala a Alfred, quién se veía hermoso con ese traje azul, aunque imagino que se vería mejor sin él, me ruborizo solo con mis pensamientos.

Al parecer notó mi mirada y sonrió al verme, tomó su teléfono y toda esa aura de alegría que llevaba consigo se desvaneció en el aire.

-¡Prepá...

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