Capítulo 40: Sentencia de muerte

Alfred tomó de mi brazo con fuerza, fue imposible liberarme de su agarre, no sé quién se cree que es, ni siquiera los conozco.

Ingresé a su auto porque no tuve otra opción, no se dónde piensa llevarme, pero tengo que cumplir con lo que el señor Russo me ordenó.

Él subió al coche conmigo, y por lo...

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