Pecado

Adea

Cuando mis pies tocaron el suelo, escaneé la habitación buscándolo. Había un puñado de personas dispersas por el lugar. Un miembro del personal estaba presente, arreglando un jarrón de flores. Cuando mis ojos se posaron en él al otro lado de la sala, me relajé. Nunca me había sentido tan alivia...

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