La sorpresa salió mal

Eden llegó a Italia y se encontró con el Sr. Reagan. Extrañaba a Lavanya. —No puedo ni hablar con ella por mi propia estupidez. Debería haberle dado un teléfono antes de irme.


Lavanya volvía de la universidad con Ray. Lo miró y le preguntó —¿Puedo usar tu teléfono, por favor?

—Puedes, pero ¿a...