SESENTA Y TRES

A la mañana siguiente, Olivia se estiró bajo el edredón de seda, sintiendo un leve dolor en su costado, donde le habían disparado.

Un suave golpe se escuchó en su puerta. —Señorita Olivia, el señor Lucas la espera en el comedor para el desayuno— dijo Lucy desde fuera de la habitación.

—Gracias, se...

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