Capítulo 040 - Sumisión

Mis dientes se clavan en él. Pero de repente, me aparto. Su habitual aroma a lavanda está mezclado con algo más. Algo que es demasiado dulce, demasiado amargo, demasiado feo. Mi instinto grita que no debo marcarlo. Que hay algo podrido en él.

Me limpio la boca mientras él se levanta.

—¿Qué pasa? —...

Inicia sesión y continúa leyendo