Capítulo 15

Cuando regresé a casa, lloré toda la noche, acurrucada en mi manta.

De repente pensé en Kevin.

No sé por qué, pero a las 3 a.m., estaba lo suficientemente vulnerable como para enviarle un mensaje a ese idiota.

Y encontrar su número de teléfono me costó mucho esfuerzo.

Media hora después, mis emocion...

Inicia sesión y continúa leyendo